Que te puedo decir...

Que te digo que valga la pena recordar, pero no como aquellas cosas que son necesarias no olvidar,si no como a aquellas cosas que pese a no poder explicar, se saben indispensables para que la vida tenga sentido. Como si fuera Dios, la comida favorita de los famosos, la marca de moda, los sueños guajiros, los héroes nacionales, los mártires de la historia,y todas esas cosas que suponemos “importantes”.
Mis palabras solo hablan de cosas cotidianas, comunes, simplezas necesarias para la vida diaria. Monótonas como como el hecho de comer el alimento de siempre, apenas nutritivo y nada suculento. Cansadas como el trabajo diario y permanente de construir una sociedad. Insignificante como cada uno de los seres que nacen y mueren sin que sus vidas sean conocidazas. Anónimas como el más humilde de los amores.
Las palabras que de mi escuchan, son apenas el recoveco de un mundo lleno de flores y jardines con personas comunes paseando en el atardecer de un día cualquiera, palomas que se alimentan de las migajas que tiramos al suelo.
Días llenos de satisfacción por ver la tarea cumplida en el trabajo, en espera de sueldo, apenas suficiente para pagar el pasaje de regreso a casa y un extra que alcance a mantener nuestros sueños con vida.
Con las manos podemos crear obras imponentes, con el pensamiento podemos crear soluciones brillantes, con la voluntad podemos vencer cualquier obstáculo con la presencia podemos impactar al mundo. Pero solo hacemos con las manos nuestro trabajo, con el pensamiento la palabra diaria y con la voluntad vivimos todos los días.
Que les digo que valga la pena recordar, a pesar del tiempo y el espacio; que les digo que valga la pena recordar, como el principio de un mundo distinto, de un imperio derrumbado, de una justicia alcanzada, de una libertad plena y de una bondad infinita.
Lo único que puedo decir es lo que he aprendido, lo que se me permite decir, en el diario acontecer de una vida que es para el día de hoy, lo que para mañana no será. Mis palabras están llenas de una vida que solo sabe vivir cotidianamente, un día a la vez. Puedo hacer que este día transcurra en su cotidianeidad, puedo hacer que el día termine con lo vivido, pedo decirte lo que hoy fue hecho y lo que mañana puede ser, puedo incluso soñar con todo lo que no diré, con todo lo que no haré o con todo lo que no será.
Puedo decir en cambio algo que te haga reír este día, puedo felicitarte por tu trabajo, puedo alagar tus cualidades, puedo decir lo que nadie te ha dicho, lo que nadie te dirá, lo que solo hoy diré, pero solo lo diré por hoy.
Si dijera algo que valga la pena recordad, será por recordado algo que dejo de existir, es por ello que no lo haré, y de mi solo escucharan las ganas de vivir hoy y dispuesta a hacerlo mañana con mas intensidad que ayer.