No conozco a nadie, tan solo esta puta soledad con la que convivo día a día , hablo con ella, discutimos y terminamos la pelea en un colchón maltratado como cualquier pareja superficial; charlo con mi angustia y tu ausencia ,y junto con ellas vemos ocultarse la luna, divagando pasiones mientras el sol se acerca.
Dibujo tu rostro entre los pliegues de las sabanas, tan frías como el silencio de tu mirada, imagino mis dedos recorriendo tu cuerpo desnudo, recorriéndolo una y otra vez, sin perder detalle, para poder trazarlo cuando se me acabe el aire.
Regreso a mi lecho , acuesto mis pensamientos esperando que Morfeo se apodere de mis deseos, mas ocurre lo contrario, regreso al vicio que no tiene compasión por mis sentimientos, cierro los ojos y escucho tu respiración, el aire se vuelve a impregnar de tu sutil aroma, mi espalda siente la tersura de tus labios, tus manos ….
Despierta, deja de darle vueltas, esto no es más que una incoherencia, jamás volverás, y jamás he esperado que vuelvas.
Me detengo un momento a reflexionar, estoy varado en un punto que jamás llegue a imaginar, aquel lugar donde mis Ángeles han partido con tus demonios, mi estabilidad mental se ha vuelto un juego.
No puedo mas, aléjate, piérdete en el olvido, permíteme recordar donde deje mi corazón, aquel que sirvió de blanco en el juego del amor.
Apostare mi alma, me dejare perder, queriendo recuperar mis sueños sin tener que atarme a tus efímeros deseos. Respirare del aire que me mantendrá encadenado al paraíso infernal.
Esperare ese momento, día a día, impregnado de paciencia, llegara aquel día en que las cadenas de tu nombre se oxidaran con el sudor que emanan mis compañeras de cama, aquellas que abrieron las puertas de su cuerpo a cambio de una falsa promesa de esperanza. Y ese día nos encontraremos, caminare despacio, mirare tus ojos al compás de mi sonrisa, detendrás el paso, y dibujaras en tu rostro la soledad que existe en tu vida.
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